Como casi todo en nuestros queridos coches clásicos, los bombines de las cerraduras de las puertas también se pueden desmontar para repararlos, limpiarlos o para adaptar una llave distinta.
A lo largo de los años la grasa endurecida y la suciedad que ha llegado a acumularse en el interior del bombín, hacen que giren con cierta dificultad, lo que puede provocar a veces incluso que se rompa la llave dentro del cilindro. Por eso merece la pena echar un vistazo a este elemento.
Con un destornillador fino retiramos en primer lugar la pieza de arrastre que tiene forma de U. Para ello giramos el tornillo hacia la derecha (en sentido de las agujas del reloj). La pieza va subiendo poco a poco hasta que se suelta del todo.
Ya podemos empujar el cilindro de la cerradura desde atrás y sacarlo de su ubicación. Aunque yo en este caso no lo he hecho, lo ideal es introducir previamente la llave antes de sacar todo el conjunto.
Aquí vemos el cilindro y las chapitas de latón. En total son 10 chapitas en filas de 5. En mi caso no saltaron por los aires porque estaban pegadas por culpa de la grasa endurecida.
La pieza en forma de anillo alrededor del cilindro es una junta que evita la entrada de humedad y de polvo al interior. En este caso estaba rota y hubo que sustituirla.
Con unas pinzas y con mucho cuidado procedemos a sacar las chapitas una por una. Hay que tener cuidado porque debajo de cada una de ellas hay un muelle diminuto que también tiende a esfumarse.
Aquí vemos una de las chapitas y su respectivo muelle después de retirarlos de su ubicación. Si vamos a utilizar la misma llave, sería adecuado anotar la posición de cada chapita de modo que luego podamos colocarla en su sitio original. Si por el motivo que sea no lo hemos hecho, tampoco es el fin del mundo. Luego veremos como colocarlo todo otra vez en su sitio, aunque sí que es un pequeño rompecabezas.
También se puede desmontar la tapa frontal del cilindro. Está colocada a presión sobre éste. Aquí también tenemos que tener cuidado con el muelle pequeño que nos encontramos al desmontarla. En mi caso aproveché la ocasión para enderezar la tapa que estaba bastante maltratada.
En esta imagen vemos que hay distintas formas de chapitas. La posición de la ranura (por donde entra la llave) está en distintas posiciones.
Aquí vemos el funcionamiento. La llave todavía no ha sido introducida, por lo tanto las chapitas sobresalen, forzadas por el muelle debajo de éstas. Esto impide que el cilindro se pueda girar cuando está dentro de su ubicación, de modo que la cerradura no se puede abrir.
Cuando introducimos la llave, las chapitas desaparecen. Ahora podríamos girar el cilindro y abrir la puerta.
En caso de no haber memorizado la posición de las chapitas al desmontar todo el conjunto, tendríamos que ir probando una por una hasta encontrar la postura en la que todas las chapitas desaparecen al introducir la llave.
Ya que estamos, vamos a desmontar el resto del mecanismo del cierre. Con un destonillador fino retiramos el anillo de muelle…
En esta foto vemos todo el conjunto desmontado. Ahora que ya está todo limpio, podemos proceder a montarlo de nuevo.
Introducimos el casquillo. Hay tres posibles posiciones, elegimos aquella en la que las dos pestañas están en horizontal y alineadas con el propio tirador.
Colocamos el resorte anular en su posición. Este es el que hace que la llave vuelva a su posición vertical cuando abrimos la cerradura.
Comprobamos que todo funcione bien, engrasamos todas las piezas mecánicas (p.ej. con grasa de grafito) y ya podemos volver a montar el tirador en la puerta.
Ahora vamos a la nevera y vamos a por nuestra recompensa…
2 comentarios. Dejar nuevo
Que pedazo tutorial mas bueno y bien explicado
Gracias por tu tiempo
Hola Luis Manuel: Muchas gracias por tu visita y por tus «piropos». Espero que haya podido ser de tu utilidad.
Saludos desde Andalucía.
Kiko