Visita al Museo Mercedes-Benz

Aprovechando que a principios de octubre estuve en Stuttgart para asistir a un encuentro de antiguos compañeros de clase, visité el Museo Mercedes-Benz y el Museo Porsche.

Conocía el Museo Mercedes-Benz de mi época durante la formación profesional en la factoría. Antiguamente estaba dentro de la propia fábrica, pero en el año 2006 se construyó un edificio nuevo a las afueras, mucho más grande y muy llamativo, para poder ampliar la colección de objetos a exponer. Quiero compartir aquí mi experiencia de ambas visitas y animaros a acudir a estos lugares de peregrinación obligatorios para los amantes del automóvil. Al fin y al cabo es allí donde comenzó la aventura del automóvil.

  • El museo está abierto de martes a domingo, desde las 9:00 hasta las 18:00 horas. Los lunes es día de descanso. La entrada normal para un día cuesta 8,00 €. La entrada de tarde (de 16:30 a 18:00 horas) cuesta 4,00 €, aunque hay que tener en cuenta que a las 17:00 horas cierran la taquilla y no es posible entrar al museo.
  • El museo dispone de restaurante, cafetería, tienda y centro de atención al visitante.
  • Los niños menores de 14 años tienen que ir acompañados por un mayor. La visita con perros no es posible (a excepción de que se trate de un perro lazarillo).
  • Con el precio de la entrada se puede pedir una audio-guía en lengua española.
  • Los particulares pueden fotografiar todo lo que quieran, sin limitaciones ningunas.
  • Está prohibido tocar los objetos expuestos y subirse a los vehículos, con excepción de unos pocos que están señalizados adecuadamente.
  • Existe un servicio de WiFi gratuíto. Te conectas al principio del recorrido y puedes navegar dentro del museo con tu tablet o con tu smartphone.
  • Hay puntos señalizados con muy buenas vistas para realizar fotografías.

Mi visita al museo la efectué el viernes 9 de octubre. Llegué allí sobre las 10:00 de la mañana y ya había un montón de visitantes, tanto en las afueras formando grupos, como dentro del edificio. Hay que decir que mi visita coincidió con la Fiesta de la Cerveza (“Canstatter Volksfest”) comparable con el “Oktoberfest” en Munich. No sé si fue por eso y porque era viernes o porque la afluencia es siempre la misma, lo cierto es que sobre todo al principio de la visita, es un poco agobiante. Todo el mundo se apelotona alrededor de los vehículos y de los motores expuestos, ya no solo para verlos y leer la información, además la gran mayoría tiene la necesidad de hacer fotos con sus smartphones, hacerse selfies delante de todos los objetos y compartir inmediatamente su experiencia en las redes sociales y con sus amigos por WhatsApp. Es alucinante y bastante molesto. Conforme vas avanzando y la gente se va dispersando a lo largo del trayecto (que puede ser de hasta 6 km), la visita se va haciendo más cómoda y ya no tienes que estar esperando a que la gente se aparte. Claro que hay objetos que acaparan toda la atención de los visitantes como por ejemplo el 300 SL con sus puertas tipo ala de gaviota. Allí siempre hay mucha aglomeración de gente.

Llegué con el tranvía desde mi hotel y anduve el trayecto desde la parada hasta el museo (aprox. 1 km) a través de la avenida principal de acceso a la factoría Mercedes, la “Mercedesstrasse”. Justo en esa avenida está también el campo del equipo local de fútbol, el VfB Stuttgart.
Impresiona mucho el edificio y el entorno del museo. Se ha construido encima de una pequeña colina justo a la entrada de la factoría principal en Untertürkheim. Al lado del museo está el principal centro de atención al cliente, el «Mercedes-Benz Center». Toda la estructura exterior del museo es de aluminio y de cristal. Para los amantes de la arquitectura hay visitas guiadas que se pueden solicitar aparte de la visita ordinaria. En esta web del estudio de arquitectura responsable de la obra, se pueden conocer más datos sobre la construcción y ver fotos detalladas.

La entrada está en la planta baja, allí están las taquillas y los mostradores donde puedes solicitar las audio-guías. Desde ahí puedes bajar al sótano. En aquel momento había una exposición bastante curiosa sobre diseño. Abajo también se encuentran la cafetería y el restaurante, una especie de auditorio (el “GeniusCampus”) y un pasadizo para acceder a la tienda, al centro de atención al visitante y al centro de atención al cliente, el “Mercedes-Benz Center”.
La visita se efectúa desde la planta superior (nivel 8) bajando a pie por los distintos niveles tematizados. La subida se hace a través de uno de los tres ascensores exteriores de curiosísimo diseño. Parece como si nos subiésemos en una capsula del tiempo para trasladarnos a más de 120 años atrás en la historia del automóvil. ¡ Y efectivamente ! Nos trasladamos a finales del Siglo XIX y lo primero con lo que nos encontramos es con un caballo.

Durante la visita vas bajando a través de los distintos niveles, pasando por salas de exposición clasificadas en dos categorías principales: El mito Mercedes y la colección Mercedes. Vas pasando de una sala “mito” (abreviada con M) a una sala “colección” (abreviada con C) y viceversa. Se puede decir que cada sala “mito” representa una época en la historia de la marca, mientras que las salas “colección” son salas temáticas.

Las salas “mito” son :

  • M1 pioneros (1886 – 1900): El invento del automóvil
  • M2 Mercedes (1900 – 1914): El nacimiento de la marca
  • M3 (1914 – 1945):  Tiempo de cambios
  • M4 época milagrosa (1945 – 1960): Formas y variedad
  • M5 visionarios (1960 – 1982): Seguridad y medio ambiente
  • M6 nueva partida (desde 1982): El camino a la movilidad libre de emisiones
  • M7 las flechas plateadas  – competición y récords

Las salas “colección” son:

  • C1 – la galería de viajeros
  • C2 – la galería del transporte
  • C3 – la galería de los ayudantes
  • C4 – la galería de los nombres
  • C5 – que es una sala para exposiciones extraordinarias

La visita duró una 3 horas y media. Me concentré sobre todo en hacer fotografías. Si me hubiese entretenido en leer todos los paneles de información – que son muchos – seguramente hubiese pasado allí casi 5 horas. Como podeis ver, las fotos no han salido del todo bien. Uitilicé una cámara DSLR (concretamente una Olympus E510) con objetivo de serie. Llevaba un monopie para poder hacer las fotos con la mayor apertura del obturador posible. Pero ha resultado no ser suficiente. Por eso es recomendable llevar objetivos profesionales con máxima luminosidad si lo que queremos es hacer buenas fotos.

Como ya he comentado, hay mucha, mucha información y también hay muchos paneles interactivos y pantallas táctiles donde podemos pasar las horas documentándonos.

En la tienda podemos encontrar desde maquetas de diversos modelos en todas las escalas conocidas (creo recordar que hay una maqueta del esqueleto de un 300 SLR que cuesta más de 30.000 €), hasta libros y publicaciones sobre los distintos modelos y sobre la ciudad de Stuttgart. Claro que también hay posters, calendarios, artículos de merchandising, ropa, etc. En resumen: una tentación para cualquier amante del automóvil. Menos mal que me supe controlar. Lo único que compré fue un perrito que mueve la cabeza («Wackeldackel») para ponerlo en la parte trasera de mi W115.

«Bartolo», mi perro-mueve-cabeza

Como ya comenté en el capítulo anterior, la Sala C5 está destinada a exposciones temporales extraordinarias. Actualmente y hasta el 15 de noviembre de 2015, el Museo Mercedes-Benz ofrece una exposición sobre el modelo experimental C111 con el que causó mucho furor en el año 1969. Con este coche la casa Mercedes batió numerosos records y experimentó con muchos dispositivos que luego pasaron a los modelos de serie.

Localización

Dirección:  Mercedesstr. 100, D-70372 Stuttgart

Acceso en transporte público:

  • Ferrocarril urbano (S-Bahn): líneas S1, S2 y S3 hasta la estación «Bad Canstatt»
  • Autobus urbano: Línea 56 hasta parada «Mercedes-Benz Welt»

Aparcamientos: En el propio museo y en el P4. Para las personas que acudan con coche clásico hay plazas en la explanada delante del propio museo, pero hay que contactar antes con el museo.

  • Recomiendo tomarse mucho tiempo para la visita.
  • Probablemente haya menos gente los días entre semana.

  • Prepararse bien la visita e informarse bien en el propio museo antes de hacer el recorrido. Es relativamente fácil saltarse una sala ya que no están señalizadas demasiado bien.
  • Para los fotógrafos aficionados: Aprovechad las zonas señalizadas para hacer fotos. Llevad un equipo adecuado, sobre todo un objetivo de mucha luminosidad. Hay salas muy oscuras y con muchos contrastes de luz. Tened paciencia con la gente que se hace selfies delante de cada coche.
  • El entorno del museo es también muy interesante. Merece la pena dar una vuelta al edificio y ver la estructura desde el exterior – sobre todo al anochecer.

Stuttgart es la capital del Estado Federado de Baden Württemberg. Los Estados Federados se pueden equiparar a nuestras Comunidades Autónomas, anque en Alemania tienen mucho más competencias y su propia legislación. Toda la región vive casi exclusivamente de la industria automovilística. Allí se encuentran las factorías principales de Mercedes Benz, Porsche, AMG, Bosch, Mann-Hummel, Mahle, etc. La ciudad está ubicada en un gran hoyo, rodeada de bosques y viñedos.

Stuttgart no es precisamente una ciudad turística. Asi que la estancia es relativamente cara. Los clientes de los hoteles son mayoritariamente visitantes de negocios y gente que asiste a ferias. Es esas fechas y en época de la Feria de la Cerveza, es complicado encontrar habitación a un precio moderado.

Yo me hospedé en un hotel muy a las afueras de Stuttgart, concretamente en Stammheim. Los Alemanes conocen ese barrio sobre todo por el centro penitenciario que se construyó allí para albergar a los terroristas de la banda RAF que tenía en vilo a Alemania en los años 70. El hotel está lejos del centro de la ciudad, pero el transporte público funciona de lujo y en 25 minutos estás en pleno centro de Stuttgart. Además el hotel está muy cerca del Museo Porsche, se puede ir incluso andando. La habitación me costó 60,00 € por noche y el desayuno (muy amplio y variado) me costó 5,00 € por día. La reserva la realicé a través de booking.com. Se trata de un hotel familiar muy acogedor y con la típica decoración de la zona. Lo puedo recomendar con absoluta confianza. Se tata del Hotel Strobel.

Mercedes, Museos, viajes

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